¿SUERTE ECHADA, O CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA?
escribe: Martín Peñaloza Nicolás.
Desde hace tiempo, se ha tocado el tema del fin del mundo, y muchos "falsos profetas", valiéndose de la poca instrucción de la gente: han pronosticado el fin del mundo y la parusía del Señor. Todos ellos, venidos de las sectas protestantes, quienes, sin el menor temor de Dios: se creen mas que Jesucristo.
Jesús dijo, que solo el Padre lo sabe. Ni los ángeles; ni siquiera el Hijo del Hombre, sabía el día ni la hora (Mt. 24, 36, ss), pero eso si dijo algo que esta sucediendo en la actualidad: Sucederá como en los tiempos de Noé, que bebían, balaba, y se casaban. Por eso: "estén alertas", dice Jesús.
Y es que en los últimos años; y en este 2024, mas marcado aún: literalmente, el mundo nos ha apartado de Dios y nos ha envuelto en sus diversiones pasajeras, que solo nos llevan a la perdición; y por ende, lejos del Purgatorio, donde podríamos pagar nuestras culpas, aunque sea, con el paso del tiempo.
hay un jinete del apocalipsis (por así llamarlo), que ha destruido infinidad de personas: la delincuencia, que a los jóvenes, principalmente, les ha ofertado dinero, poder, mujeres, drogas, alcohol; armas y muerte.
Luego, Últimamente ha proliferado por todos lados, esa cultura: la cultura de la muerte y el alejamiento de Dios. Por donde quiera que usted vaya, sea en la provincia o en la capital: se encuentran imágenes de la muerte, diseminadas por todos: con sendos altares, oraciones y gente adorándoles y pidiéndole milagros.
La venta de estas estatuas, son línea, hasta la puerta de tu casa, o en cualquier tienda de artículos "religiosos". ¿quiénes adoran estas imágenes? ¡los católicos! que el domingo, van temprano a misa, comulgan: y en la noche, se acuestan con la muerte y con el diablo.
En los domicilios de los católicos, en las calles, en los caminos y carreteras; de repente te sorprende: un altar o una capilla, llena de flores y veladoras; muchas mas flores y veladoras de las que llevan al altar del templo parroquial.
En muchas partes del mundo, se ha diseminado el culto a la muerte y al diablo. se hacen fiestas, que son verdaderas orgías; donde incluso, se rumora, el sacrificio de niños. Secundado por drogas, alcohol y sexo desmedido, sodomizado, prohibido: verdaderas bacanales.
Y a todo esto: ¿donde está Dios? En su gloria, en su trono, esperando por sus hijos; y esperando el momento de su segunda venida. El pueblo de Dios, se ha perdido, y el sacrificio de Cristo, no ha sido agradecido del todo; lo hemos olvidado y como el pueblo judío en el desierto: cambiamos al Creador, por un grotesco becerro de oro.
Los signos de los últimos tiempos, se hacen evidentes. Nación contra nación. reino contra reino, hambre, terremotos, falsos profetas. El amor se enfriará, (ya no se aman los esposos, no se ama al prójimo; no se ama a Dios). Esos solo serán los primeros dolores del parto.
Jesús recomendó, estar preparados y ver que, cuando sucedan estas cosas, el fin se acerca. Pero, ya es muy poca gente, la que realmente cree en Dios; en su amor y su poder: sin embargo, su justicia es grande, mas no por eso, debemos pecar contra el de forma deliberada. Por eso, nos va a pasar como Sodoma y Gomorra.
" al final de los tiempos, el Reino de Dios, llegara a su plenitud. Después llegara el juicio final, los justos, reinaran para siempre con Cristo, glorificado en cuerpo y alma, y el mismo universo, será renovado" (CIC 1042).
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